El bautizo de Chris Duarte en el Carpena respondió a las expectativas que se espera de un jugador de su dimensión. Es pretemporada, su primera toma de contacto tras semanas parado por una lumbalgia y ante un equipo como el Real Madrid. Pero su talento es tremendo y dejó con ganas de verle más tiempo. Metió 14 puntos en 12 minutos y dejó ese aroma de jugador diferente. Hay interés y ganas de ver cómo encaja en la filosofía de Ibon Navarro bien instalada tras tres años exitosos. Fue interesante verle en situaciones frecuentes actuando como generador y creando el desequilibrio. Dos triples, un mate, un canastón ante Tavares, tiros libres... Una muestra de su catálogo.
Desde el club se apela a ser pacientes con Duarte. La inversión es alta, es una apuesta importante, pero la fuerza de este