MEDELLÍN, Colombia (AP) — La tierra pasa rápidamente por un tamiz que filtra los sólidos después de ser palpada en busca de una prenda, un documento o restos óseos. Luz Elena Galeano observa con cuidado el repetitivo proceso con la esperanza de ver algún indicio de su esposo o de otro desaparecido durante el conflicto urbano que sacudió a Medellín hace dos décadas.

Es parte de su rutina y de las 40 mujeres buscadoras que se turnan a diario para vigilar la tierra removida por una excavadora en un profundo relleno de deshechos de construcción conocido como La Escombrera, donde en los últimos ocho meses han sido hallados los restos de seis personas desaparecidas en una ambiciosa intervención forense liderada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) , el tribunal que nació tras el a

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