Es una tarde preciosa de invierno en General Alvear, Mendoza. Florencia Iglesias y Manuel Campos estuvieron grabando algunos videos desde su casilla rodante y en un ratito van a salir a tomar unos mates al sol. Hace poco menos de un año, que el dúo de neuquinos, decidió dejar atrás sus trabajos formales y un alquiler que tenían en Buenos Aires y arrojarse a la ruta a vivir de lo que realmente los hace feliz: la música que crean y que comparten.
La historia de Flor y Manu es destino desde el principio . Se conocieron un verano en un show en Las Grutas, cuando ella estaba en el público con sus padres y él en cantando el escenario del Casino. “¿Hay alguien de Neuquén?”, preguntó Manu y pudo verla levantando la mano. Cuando bajó, fue directo a saludar a esa familia que había sido tan ate