Sánchez puede estar muy contento, porque cuenta con la simpatía de Hamás, aliado de Irán y Rusia. Es un grupo terrorista que controla Gaza desde hace décadas y comenzó la guerra con una brutal matanza genocida contra el Estado de Israel. Es bueno recordar que son una colección de criminales que odian la democracia y los países occidentales, persiguen al colectivo LGTBI y quieren acabar con los israelíes. Se sentirían cómodos desatando un genocidio en nombre del islam. No es una opinión, sino lo que hacen, dicen y tienen por escrito. Está en su documento fundacional y en los que han aprobado posteriormente. Hay que tener presente otra realidad, que uno de los éxitos de Sánchez, dicho irónicamente, es haber blanqueado a ETA y tener como socios a sus antiguos dirigentes. Están todo el día con
Un Gobierno al servicio del antisemitismo

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