El 50 por ciento de los casos de las personas que cometen suicidio está asociado a un proceso depresivo, mismos que pueden ser detectados y atendidos, dijo la psicóloga Diana Loyo Rodríguez.
“Puede haber muchas veces casos en los jóvenes no detectados con trastornos de depresión y suicidio, ansiedad, abuso de sustancias, la percepción de no sentirse incluidos, muchas veces el no saber qué van a hacer con su vida, el carecer de ese sentido y la violencia en casa. Entonces, si juntamos a un joven adolescente que tiene baja autoestima, que cree que lo que está pasando es muy difícil, que no lo va a poder superar o cambiar, es común que lleguen a pensar en quitarse la vida. Es desde dejar de hacer cosas, dejar de disfrutar la vida, pensar en la muerte e intentar quitarse la vida”, comentó.
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