Después de un huracán, las condiciones ambientales y sociales, favorecen la aparición de enfermedades como diarrea, hepatitis A, cólera, amibiasis, infecciones respiratorias agudas, conjuntivitis, infecciones en la piel, dengue, zika, chikungunya y leptospirosis.
Por ello, con el fin de proteger la salud de la población en zonas afectadas, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha implementado, una estrategia de prevención a partir de la vigilancia epidemiológica.
Entre los principales puntos de focalización se encuentran la contaminación del agua potable, la interrupción del suministro eléctrico, la acumulación de basura y escombros, el aumento de mosquitos y roedores y la interrupción de servicios de salud.
Dentro de las medidas para evitar contagios, el IMSS hace énfasis en