María Jesús Montero ha delegado en veterano diputado Mario Jiménez la misión de agriar el debate político entre semana. Una tarea que domina a la perfección. Su mensaje de ayer no es que sorprendiera, pero sí que obligó a reaccionar sobre la marcha a los miembros del ejecutivo de Juanma Moreno y del Partido Popular. La estrategia está clara: salpicar que algo quedará. De esta forma, los socialistas han optado por elevar el tono por el rechazo del PP a la quita de la deuda que aprobó la semana pasada y que llega al Parlamento andaluz esta semana. Jiménez acusó al presidente de la Junta de una delito de «malversación por omisión».
El portavoz socialista considera que la renuncia a una quita 19.000 millones, a cuenta de los mecanismos de financiación del Estado, provoca que Moreno esté «juga