La vida de Julieta se apagó para siempre el 3 de marzo de 2020. Tenía apenas 18 años, estudiaba medicina en Buenos Aires y había vuelto a la ciudad de San Juan , de donde era, para pasar las fiestas en familia y someterse a una operación de amígdalas que, según le habían comentado, era “simple y de rápida recuperación”.

Veinte días después de entrar al quirófano, murió tras una serie de complicaciones que, de acuerdo con la investigación, podrían haberse evitado.

Ahora, el caso llega a juicio. Desde este martes, el médico otorrinolaringólogo Maximiliano Babsía se sentará en el banquillo de los acusados, imputado por homicidio culposo por mala praxis . La familia de Julieta espera que, después de cinco años de dolor y lucha, la Justicia finalmente determine responsabilidades.

Vuando

See Full Page