El pasado 12 de agosto, en mi ciudad de San Cristóbal, anuncié mi decisión de colocar mi nombre como aspirante a la candidatura unitaria de la sociedad democrática venezolana, con miras a promover y organizar una alternativa orgánica, programática y política capaz de derrotar política y electoralmente al régimen autoritario que encabeza Nicolás Maduro en la elecciones presidenciales, que por mandato constitucional, deberán efectuarse a finales del 2024.
Lo hago movido por la tragedia humanitaria compleja en la que estamos sumidos como nación y como país. Lo hago conmovido por el drama de millones de familias que se han fracturado por la partida de hijos, padres, hermanos y amigos a otros confines buscando ganar, con el sudor de su frente, el pan que cada día les niega el socialismo del si