El gobierno francés colapsó este lunes tras una abrumadora votación de desconfianza en la Asamblea Nacional, lo que obliga al presidente Emmanuel Macron a buscar un cuarto primer ministro en poco más de doce meses. François Bayrou, el primer ministro centrista, fue destituido con 364 votos en contra y 194 a favor, poco menos de nueve meses después de asumir el cargo en diciembre pasado.

Esta caída marca una nueva crisis para la segunda economía más grande de Europa y anuncia una renovada incertidumbre y el riesgo de un prolongado estancamiento legislativo.

La apuesta de Bayrou y la crisis de la deuda

Bayrou pagó el precio de lo que pareció ser un error político, al apostar a que los legisladores respaldarían su impopular visión de que Francia debe recortar drásticamente el gasto público

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