En Nueva York, los impuestos afectan de manera directa la vida cotidiana ya que los presupuestos familiares se ven influenciados por las decisiones del gobierno. Cada aumento o reducción de tasas genera reacciones inmediatas. Comercios, trabajadores y hasta las grandes empresas ajustan su planificación en función de esas medidas.

La gobernadora Kathy Hochul asumió en 2021 en un escenario marcado por la salida de la pandemia. La ciudad y el estado necesitaban reactivar la economía, pero también atender el gasto público elevado. Esa tensión entre ingresos y egresos se convirtió en el eje de las discusiones fiscales.

Cada presupuesto anual reabre el debate sobre cómo financiar la infraestructura, la salud y la educación. El desafío es mantener la inversión sin perder competitividad fr

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