El término colapso económico adquiere un nuevo significado.

Los informes de que dos miembros del equipo financiero de élite del presidente Donald Trump casi llegaron a los puñetazos no son nada tranquilizadores en un momento en que la economía está al borde de una caída del empleo y una posible desaceleración más profunda.

Pero la historia de que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, amenazó con golpear en la cara al director de la Agencia Federal de Financiamiento de Viviendas, Bill Pulte, la semana pasada en un exclusivo club MAGA es un bocado sensacionalista de chismes de Washington.

El detonante de la casi pelea a puñetazos fue la creencia de Bessent de que Pulte había hablado mal de él ante el jefe, según informaron a CNN dos fuentes familiarizadas con la velada. La Casa Blanca

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