Macron eligió en diciembre del 2024 al centrista François Bayrou para confeccionar un presupuesto que abordara los desequilibrios de la economía que tanto inquietan a los mercados financieros, hasta el punto de evocar (de manera exagerada) la llegada de los hombres de negro del Fondo Monetario Internacional para aplicar una cirugía radical. Francia tiene una deuda que supera el 114% del PIB y un déficit que está por encima del 5,4%. La prima de riesgo, que mide la confianza de los mercados financieros en el país está en el 3,48%, cerca de la de Italia. Para todo ello, Bayrou era un centrista con cierto prestigio para alcanzar consensos, una personalidad sin aristas, un negociador. Aparentemente.
Han pasado nueve meses y Bayrou ha explicado en público las dificultades de una economía que e