El último fin de semana en San Pablo, en Brasil, marcó un antes y un después en la vida de Herman Krause. Después de dos años de denuncias falsas , puertas cerradas y una lucha judicial que parecía interminable, el vecino de La Plata pudo volver a ver a sus hijos, Paco y Mateus. No fue un encuentro fácil: la distancia, las cicatrices del tiempo y la manipulación ejercida sobre los chicos le dieron un marco de tensión a cada instante. Pero, pese a todo, la emoción del reencuentro prevaleció.

“Sentí nervios, angustia, emoción, un montón de cosas. El primer día que los vi sentaditos los quería abraza. Obviamente que lo que más dolió es la distancia que había, pero de a poquito nos vamos acercando”, contó Krause a EL DIA, todavía conmovido por lo vivido en estas últimas horas.

El encue

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