Los dos principales motores de la actividad económica argentina —la construcción y la industria manufacturera— exhibieron señales de enfriamiento en julio, tras meses de expansión y otros de caídas, según reveló el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Ambas ramas cerraron el séptimo mes del año con contracciones en los indicadores mensuales desestacionalizados, lo que refleja el efecto de la menor demanda interna y el ajuste en la inversión privada en un escenario marcado por la incertidumbre económica y la ralentización del consumo.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) presentó una contracción de 1,8% respecto de junio y una merma de 1,2% en la serie tendencia-ciclo. No obstante, en la comparación interanual, la construcción mantuvo cierto dinam

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