Un ciudadano noruego de 35 años, condenado en su país a más de 11 años de prisión por narcotráfico y asociación criminal, fue detenido en el barrio porteño de Palermo. La captura fue posible gracias a una investigación de la Policía Federal Argentina tras una alerta roja emitida por Interpol.
La División de Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la PFA inició el operativo luego de recibir la notificación de Interpol. Con apoyo de bases de datos públicas y privadas, y el uso de herramientas informáticas de la Organización Internacional de Policía Criminal, los investigadores rastrearon los movimientos del sospechoso en la ciudad de Buenos Aires.
En coordinación con la Oficina Central Nacional (OCN) de Oslo, se identificó un domicilio en Palermo que funcionaba como alquiler