Sin duda los resultados electorales bonaerenses sorprendieron a propios y ajenos. Ni que decir a los inversores extranjeros que, como cualquier terrícola tenían como faro al crisol de encuestas locales y por ende los tres escenarios base que tenían todos. Pero se dio nomás, el peor escenario, para el mercado.
Al fin y al cabo, todos guiados por las desacertadas encuestas, reaccionaron como era de esperar. Los más jóvenes , pero con remembranzas del ocaso del gobierno de Cambiemos, que ni diferencian La Matanza del gueto sudafricano de Soweto ni de la favela carioca de Rocinha, lanzaron órdenes de venta de todo activo con color argentino, mientras que los más veteranos, ya habían “recogido el barrilete”, como se dice en el mercado, tras haber ganado un suculento retorno desde el año pa