El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, ha dado un paso más en su obsesión enfermiza por imponer el euskera y ha ordenado una reestructuración de competencias en el Ayuntamiento de Pamplona, sacando Educación del área de Cultura y Fiestas y colocándola en la concejalía de Participación Ciudadana y Euskera.

Dicha reorganización, que entrará en vigor el 15 de septiembre, despierta el recelo de muchos ciudadanos por el trasfondo político de la medida. Y es que, a nadie escapa que desde siempre el nacionalismo independentista abertzale ha mostrado una obsesión por vincular la enseñanza con la construcción de una identidad nacional basada en el euskera, y esta decisión ahonda en esa estrategia. • Asirón modifica ahora la normativa para poder desterrar las estatuas de los reyes de Navarra

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