Decía Coco Chanel: “la moda no es un arte, es un oficio. Que el arte haga uso de la moda, es más que suficiente para la gloria de la moda”. Dirán algunos que con eso se conformaba la famosa diseñadora, y no faltarán otros, lo mismo modistas que artistas, dispuestos a discutir esta sentencia cuyos términos, por supuesto, también pueden ser invertidos, toda vez que la moda hace uso del arte y que humildemente muchos artistas parten de la idea de que su arte es ante todo un oficio.
Lo cierto es que Chanel puso sobre la mesa las claves esenciales para un largo debate que se renueva cada que la prensa nos informa, por ejemplo, de la muerte de un grande de la moda, como acaba de suceder con el fallecimiento de Giorgio Armani. Algunos periodistas lo llamaron artista, otros simplemente modisto. N