El gremio lanza una ofensiva para proteger una tradición secular de la competencia de los talleres asiáticos que ofrecen piezas más baratas, en menos tiempo y de peor calidad
“Están vendiendo un producto que es mentira y se están aprovechando de la excelencia de los artesanos sevillanos y andaluces”. Con estas palabras resume Francisco Carrera-Iglesias, Paquili , el presidente de la Asociación de Arte Sacro de Sevilla, las advertencias que los profesionales de este gremio secular llevan meses lanzando contra la que consideran competencia desleal de empresas radicadas en Pakistán, que copian sus bordados y diseños para hacer mantos y túnicas para las hermandadas a precios tres o cuatro veces más baratos y en mucho menos tiempo. La deslocalización y el consumo low cost ha llegado al m