Con apenas 20 años, Mariano Kremer , de Concordia, Entre Ríos, empieza a hacerse un lugar en el rugby argentino. Su apellido lo vincula inevitablemente con Marcos Kremer, referente de Los Pumas , aunque él busca construir una carrera propia. Lejos de vivir bajo una sombra, apuesta a crecer con esfuerzo, pasión y dedicación.
Su recorrido comenzó en su ciudad natal, en clubes como Los Espinillos y Salto Grande, hasta llegar a Atlético del Rosario, donde empezó a darle forma a su rugby. Sin embargo, el llamado del rugby europeo llegó con una oferta que no podía dejar pasar: unirse a la Academia del Clermont de Francia, uno de los clubes más prestigiosos del rugby internacional y donde también juega su hermano. Para Mariano, esta propuesta no fue solo una oportunidad profesional, sino una