Un ambicioso proyecto se está desarrollando bajo las aguas profundas, con una combinación de ingeniería de precisión, estrategia científica y control de riesgos. En el fondo del océano, a 2000 metros de profundidad, China se prepara para construir una estación submarina junto a fuentes hidrotermales ricas en minerales. Se trata de un entorno extremo, pero también un laboratorio natural para explorar los límites de la vida y los recursos de la Tierra.
La Academia de Ciencias de China ya ha aprobado su construcción. La base, de una complejidad comparable a tres módulos espaciales interconectados, contará con sistemas autónomos de soporte vital, estabilización térmica, gestión energética y limpieza automatizada. Será capaz de operar durante largos periodos bajo condiciones extremas, y esta