Hace unos días surgía la polémica acerca de cuál sería la sede que acogería la final del Mundial de 2030. Una candidatura que se repartirán entre Paraguay, Uruguay, Argentina, España, Marruecos y Portugal, si bien los tres primeros países tan solo acogerán el partido inaugural de sus respectivas selecciones. Y el resto de la competición se celebrará entre los países ibéricos y el norteafricano, aunque ya hay espacio para la polémica.

Porque todavía no se ha decidido cuál será el país que acoja la final, el partido más importante del año. Como es evidente, todos quieren ser los elegidos, pero la FIFA pone una normativa clara. Y tan solo permite a los estadios con un mínimo de 85.000 personas de aforo acoger este tipo de partidos. Una cosa que descarta por completo a los tres estadios lus

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