Cuando dos agujeros negros chocan, la violencia del encuentro es tan brutal que el resultado de la fusión puede salir despedido de su propia galaxia , como un proyectil que escapa tras un disparo.
Ese fenómeno, conocido como retroceso gravitacional o kick , acaba de medirse por primera vez en la historia gracias a un estudio internacional liderado por el Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE), centro mixto de la Universidad de Santiago y la Xunta de Galicia. El hallazgo se publica en la revista Nature Astronomy y se basa en la señal GW190412, detectada en 2019 por los interferómetros Advanced LIGO (Estados Unidos) y Virgo (Italia).
Aunque en los últimos diez años se han registrado casi 300 señales de ondas gravitacionales, hasta ahora nadie había conseguido calcular c