Por Ramón Orosa

MOS/CASTRO DE HERVILLE, España.- Ni la aparición de Egan Bernal y Mikel Landa, primero y segundo, respectivamente, en otra etapa recortada por las protestas en contra de la participación del Israel-Premier Tech, suavizan la desazón en la que vive la organización de la 80ª Vuelta a España.

Cada día pasan más cosas en lo extradeportivo y que una segunda etapa -la primera fue la semana pasada en Bilbao- tenga que adelantar su final ante el gentío en meta o en sus alrededores dispuesta a detener la carrera es otro duro palo a la Vuelta.

Lo extradeportivo manda y no hay manera de que las protestas no influyan en una competición que no ha podido ni disfrutar de la aparición en carrera de dos de sus estrellas, dos ciclistas mediáticos que por diversas razones no están en la pel

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