En medio de la agitada transición tras la separación de Wanda Nara y en plena construcción de su nueva vida junto a la China Suárez en Turquía, Mauro Icardi sorprendió a todos con una decisión inesperada y cargada de simbolismo: se tatuó y tapó el brazo con el nombre, las iniciales y la imagen de Wanda . Un gesto que no tardó en generar repercusiones entre sus seguidores y en avivar las especulaciones sobre sus verdaderos sentimientos.
El delantero, siempre activo en las redes, eligió primero el hermetismo . “ Trabajo en progreso ”, escribió en inglés al compartir una serie de imágenes y un video donde el proceso de tatuado quedaba detallado desde el antebrazo hasta las puntas de los dedos. Una de las primeras postales mostró una escena de bosque en lo que parece ser un a