Javier Aguirre se quita la gorra y se rasca la frente. Vuelve a mirar hacía la portería y se siente en jaque a menos de un año del Mundial 2026 en casa.
TE RECOMENDAMOS LEER: Javier Aguirre antes de enfrentar a Corea: "Si dimos un paso hacia atrás, soy culpable"
Sus delanteros atraviesan una fuerte anemia de goles y eso lo tiene atormentado.
Todo este año, el técnico ha tratado de combatir el problema con sesiones de una hora después de los entrenamientos con tiros a puerta. La rutina es enviar el centro y pegarle de aire.
De sus delanteros, salvo Raúl Jiménez, el resto tiene la brújula de la portería extraviada.
“Me molesta, me irrita, ves cosas de calidad, hacen tres tiros espectaculares y otro a la basura, prefiero tres regulares y uno excelente. Insisto mucho, los cabezazo