El Congreso ha convalidado una de las medidas más relevantes de la agenda social que el Gobierno tenía pendiente sacar adelante después del verano: la ampliación de los permisos por nacimiento y cuidado de hijos.

El Ejecutivo aprobó en julio, presionado por una multa de Bruselas y tras un intenso tira y afloja entre los socios, el real decreto ley que extiende hasta las 19 semanas –dos de ellas disponibles durante los ocho primeros años de vida del niño o niña– estos periodos remunerados. Un tiempo que llega hasta las 32 semanas en el caso de las familias monoparentales. Este martes ha conseguido el apoyo mayoritario de la Cámara Baja con 313 votos a favor, 33 abstenciones –correspondientes a Vox– y ninguno en contra. Además, el texto se tramitará como proyecto de ley por acuerdo de todos los grupos, lo que permitirá que se introduzcan cambios en las próximas semanas.

“Esta medida beneficiará a casi un millón de personas este año que tendrán más tiempo para estar con los suyos y menos agobio en sus vidas”, ha dicho la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante su turno de palabra. En su discurso, quien ha liderado las negociaciones a favor de esta ampliación ha asegurado que se trata de una “cuestión de Estado que trasciede la polémica partidista”. “No hablamos solo de semanas ni de preceptos, sino de la vida real de la gente”, ha zanjado.

Al contrario que con la reducción de la jornada laboral, el Gobierno afrontaba la votación de este real decreto con cierta seguridad de que saldría adelante. Y aunque finalmente han dado los números, la mayoría de los socios de la investidura que han apoyado la convalidación –Bildu, Junts, ERC y PNV– lo han hecho con algunas críticas que rebajaron la intervención de Díaz: a las semanas remuneradas, que son menos de las que el Ejecutivo de coalición había prometido y a la retroactividad fijada en la norma, que limita el permiso retribuido a los niños y niñas nacidos a partir del 2 de agosto de 2024. Los socialistas han encajado el reproche, aunque “no se puede renunciar a dar un paso más para subir esta montaña”, ha señalado la diputada Elisa Garrido.

“Han hecho un ejercicio de trilerismo, han mezclado los permisos, las semanas y los meses”, ha lamentado en último lugar el grupo popular en términos similares a los que ha usado Podemos. Ambos, sin embargo, han terminado apoyando las medidas. “La directiva europea no se está cumpliendo, esperábamos 8 semanas y tenemos tres, si aceptamos pulpo como animal de compañía”. Los morados coquetearon, no obstante, unas horas antes de la votación con abstenerse por ser “insuficiente” y lanzaron un discurso duro contra el Gobierno.

Las medidas que contiene el real decreto entraron en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado hace un mes y medio, sin esperar a que el texto fuera refrendado en el Congreso. El Gobierno optó por este procedimiento para evitar seguir pagando una multa que impuso Bruselas por el incumplimiento de una directiva europea precisamente sobre parte de estos permisos que ya debía estar adaptada al ordenamiento español. Con todo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) condenó a principios de agosto a España a pagar seis millones de euros . El procedimiento se había iniciado en 2022.

Aunque Díaz ha asegurado que el real decreto reconoce “cinco semanas por encima de lo exigido por la UE en el caso de las madres y 17 en el supuesto de los padres”, la extensión es de momento menos ambiciosa de lo que recoge el acuerdo de Gobierno entre las dos formaciones: 20 semanas de permiso de nacimiento y cuatro remuneradas para cuidar hasta los ocho años. Es decir, 24 en total. El acuerdo entre Sumar y PSOE llegó tras meses de negociaciones y una intensificación de la presión de los de Yolanda Díaz al final del curso político. Poner el real decreto en marcha costará 1.500 millones de euros este año. “Es un primer paso para coger impulso”, ha apuntado el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, en en declaraciones en los pasillos del Congreso.

¿Cómo funcionan los permisos? Qué cambia y qué no

El nuevo decreto contempla 19 semanas de permiso en total para los empleados públicos, todos los asalariados y las personas autónomas. En ellas se incluye las de nacimiento, que se amplían en una semana hasta las 17, y las dos retribuidas para el cuidado de los hijos hasta los ocho años. La ley las asume como un todo que se puede tomar seguido o por partes, pero siempre sujeto a una serie de normas marcadas en el texto legal.

Como hasta ahora, las seis primeras semanas tras el nacimiento, la adopción o el acogimiento son obligatorias y deben disfrutarse a jornada completa. A partir de ahí, cada uno de los progenitores puede distribuir otras 11 semanas a voluntad, de forma acumulada o interrumpida pero siempre dentro de los 12 primeros meses. Tampoco esto cambia.

La novedad son las dos semanas retribuidas de permiso por cuidado. Estas podrán tomarse inmediatamente después del permiso por nacimiento si se desea o durante los ocho primeros años de vida del niño o niña, en régimen de jornada completa o parcial. Su disfrute es mucho más flexible.

Todas las semanas son iguales e intransferibles para ambos progenitores (en el caso de que haya dos) y el coste es asumido íntegramente por la Seguridad Social, no por las empresas. Las personas trabajadoras percibirán el 100% de la base reguladora, es decir, una prestación equivalente al 100% de su salario habitual aunque la directiva marca que el 60% sería suficiente, ha subrayado Díaz.

La parte más confusa de la ampliación fue la retroactividad. El real decreto la reconoce desde agosto de 2024, lo que implica que las personas cuyos hijos e hijas nacieron a partir de agosto de 2024 podrán recibir esta remuneración hasta que cumplan los ocho años. No solo los niños y niñas nacidos desde la entrada en vigor del nuevo decreto. Se ha marcado este umbral porque coincide con el momento en que España debía haber traspuesto la directiva que incluía estos nuevos derechos.

Las ocho semanas sin remuneración que ya existen seguirán a disposición de las personas trabjadoras que quieran acogerse a ellas, pero no se retribuyen. También se suma a las nuevas semanas las ya reconocidas por lactancia a ambos progenitores. Es acumulable por tres semanas en jornadas completas desde mayo de 2024 y disfrutable hasta que el bebé cumpla los nueve meses.