Israel confirmó haber atacado el martes la sede política de Hamas en Doha, Qatar , donde líderes del grupo se reunían para analizar una propuesta de cese al fuego en Gaza. El bombardeo, ocurrido en territorio de un aliado clave de Estados Unidos, representa una escalada sin precedentes en el conflicto.

Qatar calificó el hecho como una “violación flagrante de las leyes internacionales” y recibió el respaldo de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos . La Casa Blanca aseguró que fue notificada previamente, pero se deslindó de la acción. El presidente Donald Trump la consideró un “incidente desafortunado que no contribuye a la paz”.

Hamas confirmó la muerte de cinco miembros, entre ellos el hijo del líder Khalil al-Hayya y varios escoltas, aunque señaló que su cúpula sobrevivió. El Mini

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