En la noche del lunes empezó el retorno de la comunidad Emberá, en donde salió la primera caravana de retorno asentada en el Parque Nacional. Un total de 16 buses transportaron a cerca de 500 personas hacia el municipio de Pueblo Rico (Risaralda), donde recibirán apoyos económicos, mercados y kits de aseo. Sin embargo, alrededor de 100 personas de la comunidad se negaron salir del parque.
Los Emberá que no salieron
La jornada estuvo marcada por la tensión: unas 100 personas decidieron quedarse en el costado norte del Parque Nacional, pese a que habían firmado previamente su voluntad de retornar. “Les ofrecimos tres opciones de integración local: reubicación en la UPI La Florida, acceso a albergues o subsidios de arriendo. Todas fueron rechazadas”, explicó el secretario general de la Alca