“Señoras y señores diputados, ustedes tienen el poder de tumbar a este gobierno, pero no tienen el poder de borrar la realidad”, advirtió el lunes en la tarde, a las distintas bancadas de la Asamblea Nacional, el primer ministro centrista, François Bayrou, minutos antes de perder, por 364 con 194, el voto de confianza del Parlamento y remitir, el martes, su renuncia al presidente Emmanuel Macron.
Entre gritos y silbidos de las bancas de la izquierda radical, y gestos de desaprobación de diputados de la derecha populista, Bayrou se mantuvo sereno mientras reiteraba su crudo diagnóstico de la realidad financiera de Francia , con una deuda que supera el 114 por ciento del producto interno bruto y un déficit fiscal que ronda el 6 por ciento del mismo PIB, y defendía su proyecto de presupuesto