Abril del año 1.973. Hoy en día las enfermeras, en su mayoría no están al frente de su profesión por vocación, sino por el interés de ganar dinero, no es como en los tiempos de cuando yo era enfermera a tiempo completo del Dr. José Gregorio Hernández, “el Siervo de Dios”.

Quien hablaba así en esa forma tajante, firme sin pelos en la lengua, era doña María Luisa Talavera de Guzmán, nacida por allá en Caracas. La madrugada del 29 de septiembre de 1896 (en la fecha de esta entrevista tenía 77 años), tenía una mente muy fresca recordando los pasajes más importantes de su vida.

Enfermera de vocación desde los nueve años. Sirvió al lado de José Gregorio Hernández, laboró con muchos médicos durante todos los días que azotaron al pueblo de Caracas, la fiebre española en 1914. Fue también fundad

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