El FC Barcelona ha reculado. Ante las presiones del Valencia después de no tener la certeza de que sus aficionados pudiesen acudir al partido del Johan Cruyff de este domingo, el club culé ha puesto a disposición del club un paquete de 290 entradas en un estadio con aforo de 6.000 espectadores.
En un principio, Joan Laporta tenía en mente únicamente el sorteo de la totalidad de las entradas entre los socios del Barça, consciente de que necesitaba desviar la atención tras fracasar con su objetivo de jugar la jornada en un Camp Nou después de no haber obtenido todos los permisos necesarios. Un gesto que no gustó al Valencia y que, en caso de no haber recibido dicho paquete, barajaban no ofrecer ninguna entrada para los aficionados culés en el partido de vuelta en Mestalla.