Con posturas antagónicas, este martes se rompió la mesa de negociación entre la empresa Petroquímica Río Tercero (PR3) y el sindicato de los químicos, en el marco del conflicto que arrancó en octubre de 2024 con el cierre de una planta y reducción de personal, y se acentúo en julio pasado, con otra tanda de cesantías.
Desde julio, la actividad productiva está paralizada en esa industria que, en un año, pasó de 375 a 130 empleados directos.
En la tarde de este martes, se sumó al cuadro de tensión una denuncia penal presentada por Petroquímica por supuestos actos violentos en su sede, que le achaca al sindicato, que ocupó las instalaciones.
Según el gremio
Lucas Felici, dirigente del sindicato local, dijo a La Voz que no aceptaron la reincorporación de 16 empleados (de los 124 despedidos