NEGOCIO REDONDO CON BENDICIÓN PRESIDENCIAL
Alfonso Grajales
¿Recuerdas cuando AMLO sacaba su pañuelito blanco en cadena nacional y decía que ya no había corrupción? Qué tiempos. Puras buenas intenciones y cortinas de humo. Hoy, ese trapo parece servilleta sucia, arrugada y usada para limpiar la boca de quienes se atascaron del presupuesto.
Porque mientras nos recetaban discursos de austeridad y patriotismo, una red de contrabando de combustibles crecía como hiedra venenosa dentro del propio gobierno. No hablo del huachicol de bidón y manguera, sino del fiscal de cuello blanco: barcos enteros, toneladas de diésel, facturas maquilladas, aduanas coludidas y cifras tan grandes que marean más que el mismo combustible.
Al centro del escándalo el vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, fa