La física que gobierna el comportamiento de nuestra estrella podría estar a punto de dar un vuelco fundamental, aunque de momento todo descansa en el plano teórico. Un nuevo análisis matemático sugiere que las llamaradas solares, esas explosiones de energía que sacuden la superficie del Sol, son fenómenos mucho más extremos de lo que se había imaginado. El hallazgo, que todavía espera el respaldo de la observación directa, obligaría a revisar los modelos actuales sobre la actividad solar que la ciencia ha manejado durante décadas.

De hecho, este planteamiento desafía una de las presunciones más arraigadas en la astrofísica. Hasta la fecha, la comunidad científica daba por sentado que, durante una llamarada, los iones y los electrones alcanzaban un equilibrio térmico, compartiendo una te

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