Los sindicatos aragoneses no se dan por vencidos en su batalla en favor de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. A pesar de que el proyecto de ley que lo haría posible será, previsiblemente, tumbado esta tarde en el Congreso de los Diputados con los votos de PP, Vox y Junts, UGT y CCOO aseguraron que no van a reblar en este asunto y anunciaron una batalla sin cuartel para lograr que salga adelante una iniciativa que beneficiaría a más de 300.000 trabajadores de la comunidad autónoma.
Lejos de archivarse, la demanda tiene visos de convertirse en el eje central de su acción reivindicativa para los próximos años. Para lograr su objetivo, UGT y CCOO activarán varios frentes. Uno en las calles, con una campaña de movilización continúa , y otro en las mesas de negociac