Según documentos judiciales a los que tuvo acceso un medio, Paul Eppinger —identificado como líder de la mafia mexicana en el estado— habría confesado su participación en asesinatos vinculados a guerras entre pandillas desde los años 90. "Estas admisiones surgieron durante interrogatorios por un esquema multimillonario de fraude a programas de ayuda COVID" , confirmó una fuente cercana al caso bajo condición de anonimato.

Los detalles más impactantes:

Las víctimas fueron ejecutadas con métodos característicos del crimen organizado : disparos a quemarropa y señales de tortura.

Dos casos ocurrieron en Phoenix, otro en Tucson y los restantes en zonas rurales cerca de la frontera.

Eppinger ya purgaba cadena perpetua por otros homicidios cuando decidió colaborar.

Fiscales del co

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