El incidente ocurrió cuando varios jugadores de los Ravens celebraban un touchdown cerca de la zona de anotación. Un espectador, cuya identidad no ha sido revelada, se acercó al grupo y, sin mediar palabra, empujó el casco del receptor DeAndre Hopkins . Acto seguido, repitió la acción con el mariscal de campo Lamar Jackson , quien respondió con un empujón al pecho del hombre.

"Mis disculpas para él" , declaró Jackson después del partido. "Relájate la próxima vez. Puedes decir lo que quieras, pero mantén las manos quietas" . El quarterback, conocido por su carácter tranquilo, mostró un lado poco habitual ante la provocación.

Las consecuencias para el aficionado fueron inmediatas:

Fue expulsado del estadio por el personal de seguridad.

Recibió una prohibición permanente para asis

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