La organización de La Vuelta a España ha decidido reducir la etapa contrarreloj de este jueves en Valladolid a 12,2 kilómetros, en lugar de los 27,2 kilómetros inicialmente previstos. Esta modificación se ha realizado en coordinación con el Ayuntamiento de Valladolid y tras consultar con el Colegio de Comisarios. El objetivo principal de esta decisión es garantizar una mayor protección durante el desarrollo de la etapa, en respuesta a la amenaza de protestas por parte de grupos pro Palestina.

La reducción del recorrido se produce en un contexto de tensión, ya que se han convocado más de 11 concentraciones de protesta en relación con la participación del equipo Israel-Premier Tech en la competición. La organización ha indicado que el nuevo trazado se centrará en el centro de la ciudad, lo que facilitará el control por parte de las fuerzas de seguridad. Se espera un despliegue de más de 500 efectivos de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Municipal para asegurar que la carrera se desarrolle con seguridad.

El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha consultado a la Fiscalía sobre la competencia para investigar una denuncia presentada por la asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM). Esta denuncia incluye presuntos delitos de odio y desórdenes públicos relacionados con las protestas. La denuncia se dirige contra los instigadores y amparadores institucionales, mencionando a grupos como RESCOP/BDS y a partidos políticos como EH Bildu y Podemos.

Ante la posibilidad de nuevas manifestaciones, la Delegación del Gobierno en Madrid ha anunciado un gran dispositivo de seguridad para las últimas etapas de La Vuelta, que se llevarán a cabo en la Comunidad de Madrid. Se desplegarán 1.100 agentes de la Policía Nacional y 400 de la Guardia Civil para garantizar la seguridad durante las etapas del fin de semana. El objetivo es equilibrar el derecho a la manifestación con el desarrollo de la prueba ciclista.