El Fútbol Club Barcelona se proclamó campeón del Mundial de Clubes juvenil tras vencer por 1-0 al Racing Club de Avellaneda, poniendo el broche de oro a un torneo que ha reunido en Córdoba a algunas de las mejores canteras del fútbol mundial.
La final, disputada en el estadio El Arcángel, fue un duelo táctico y muy igualado que solo se decantó en la segunda mitad gracias a una genialidad de Xavier Mirangels que asistió a Artem Rybak para marcar el único tanto del encuentro.
El conjunto azulgrana culmina así un camino heroico hacia el título, en el que superó tanto los cuartos de final ante el Corinthians como las semifinales frente al vigente campeón, el Palmeiras, en dos agónicas tandas de penaltis en las que fue clave su guardameta, Gerard Sala.
El subcampeón, Racing de Avellaneda, co