Hay dos hechos innegables: México se encuentra en un sitio de alta sismicidad, por la confluencia de varias placas tectónicas y no existe hasta el momento ninguna tecnología que permita predecir cuándo ocurrirá un sismo.
Sin embargo, en buena medida gracias a la memoria colectiva de desgracias que han ocurrido no solo en septiembre, sino justamente el 19 de dicho mes, existe la percepción de que es un tiempo propicio para los temblores.
Y si bien durante 2024 septiembre sí fue el mes que más tembló, esto es solo una coincidencia: de hecho, según los registros de más de un siglo que tiene el Servicio Sismológico Nacional , el mes con más sismos es diciembre. Noticias Relacionadas
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