El líder indígena Silas Sejekam Yagkuag ha denunciado un alarmante aumento de la delincuencia en las zonas de El Tambo y Kimpuana, en la provincia de Condorcanqui, región Amazonas. En declaraciones a RPP, Sejekam afirmó que estos delincuentes han convertido la región en "tierra de nadie" con la aparente complicidad de miembros de la Policía y el Ejército.

Sejekam, presidente de la organización indígena de desarrollo de las comunidades del Alto Comaina, señaló que la situación ha empeorado en el último año, a pesar de los constantes avisos y solicitudes al Gobierno. "La comunidad ya está atemorizada, no sabemos qué hacer. Como pueblos indígenas no tenemos respaldo del Estado ni del Ejército, que parece ser cómplice de lo que está sucediendo", expresó.

El líder indígena identificó a la banda ecuatoriana ‘Los choneros’ como responsables de la creciente violencia en la zona. Testigos de la comunidad han señalado a estos delincuentes, lo que llevó a Sejekam a instar a la presidenta Dina Boluarte y al titular del Gabinete Ministerial, Eduardo Arana, a responder a los documentos que han enviado para abordar esta crisis. "No queremos que haya matanzas, estamos atemorizados. Exigimos una intervención urgente y que se investigue a los policías y al Ejército", agregó.

Además, el apu Romer Orrego Ikam, otro líder indígena de la provincia, también denunció la presencia de ‘Los choneros’ en la frontera del distrito del Cenepa. Según Orrego, estos delincuentes han creado una carretera clandestina para extraer mineral de manera ilegal. Afirmó que los operativos de interdicción del Ejército y la Policía son filtrados, lo que permite a los delincuentes esconder sus herramientas antes de las intervenciones.

Sin embargo, algunos comuneros del distrito de El Cenepa han descartado la presencia de ‘Los choneros’ en territorio peruano. Liceo Juwau, presidente de la comunidad nativa Chayu Muja, indicó que en realidad son integrantes de la banda ‘Los Trujillanos’ quienes han sido contratados por personas vinculadas a la minería ilegal, generando caos y violencia en la región.

La situación en Amazonas sigue siendo crítica, y los líderes indígenas piden acciones inmediatas del Gobierno para restaurar la seguridad en sus comunidades.