Los medios de comunicación argentinos representados en Adepa concretaron días atrás su asamblea anual en Puerto Madryn, en el corazón de la Patagonia atlántica. Esa tierra, tan indómita como el buen periodismo, siempre estuvo abierta a nutrirse de lo diverso y lo innovador de otras latitudes. Desde la inmigración galesa hasta la bóer, debieron superar tremendas vicisitudes y retos para establecerse y consolidarse. Pero la voluntad superó los escollos. Como les sucede a tantos editores en este tiempo de turbulencias económicas, políticas y tecnológicas.
La resiliencia, la innovación, el esfuerzo, la convicción, son el combustible fundamental de la industria periodística, que tiene una responsabilidad empresarial, pero, ante todo, tiene una responsabilidad cívica y democrática, expresada en