GUAYAQUIL, Ecuador (AP) — En medio de incidentes con la fuerza pública, sindicalistas, indígenas y organizaciones sociales se movilizaron la tarde del jueves en varias ciudades de Ecuador en rechazo a las políticas del gobierno de Daniel Noboa, quien más temprano encabezó una multitudinaria manifestación por la paz y la justicia en la ciudad de Guayaquil, una de las más violentas de Ecuador.

Noboa, un político millonario que cumple su segundo mandato desde mayo, ha puesto en marcha una política económica que ha generado miles de despidos, mientras busca una reclasificación de los salarios de los empleados estatales. Su discurso se centra en la lucha contra el crimen organizado que asedia al país andino.

“Sin salud el pueblo muere” y “No al trabajo por horas” eran algunas de las consignas que se leían en las pancartas que portaban los manifestantes de la marcha antigubernamental que copó algunas cuadras en Quito. Los asistentes avanzaban hacia el centro histórico coreando “Fuera Noboa, fuera”.

Al llegar a una popular plaza en la que pretendían congregarse, los manifestantes fueron dispersados por policías motorizados y se originó un cruce de palos, piedras y bombas lacrimógenas que finalmente desalojó la zona. El incidente terminó anticipadamente con la manifestación.

Hasta el momento no existen reportes de lesionados o detenidos, dijo la oficina de prensa de la policía a The Associated Press.

Nelson Erazo, presidente del Frente Popular que aglutina a decenas de gremios, aseveró ante la prensa que “la lucha social crece frente al abandono a la educación y la salud”, mientras el gobierno “responde al FMI (Fondo Monetario Internacional)”, en alusión a los últimos acuerdos del gobierno con el organismo.

Las movilizaciones también se desarrollaron en otros puntos del país. En la ciudad amazónica de Zamora se produjeron incidentes entre manifestantes y policías que hasta el momento no arrojaron heridos, mientras en Azogues, en el centro andino, varios ciudadanos reprocharon que “la educación agoniza”.

Las marchas de oposición lucieron reducidas frente a la que Noboa lideró más temprano en la ciudad portuaria, donde afirmó ante miles de manifestantes que buscaba "levantar nuestra voz para exigir en las urnas cuál es la dirección de este país”, en alusión a un referendo que promueve y espera lograr a finales de año.

“Seguiremos caminando por el cambio del Ecuador”, añadió el mandatario.

Noboa propuso un referendo con una serie de preguntas —que ya pasaron la revisión de la Corte Constitucional— referidas a la creación de un registro de condenados por violación de menores, entre otros delitos; el levantamiento de la prohibición de que haya bases militares extranjeras en el país; la supresión del financiamiento estatal a los partidos políticos; la reducción del número de asambleístas nacionales y la contratación laboral por horas en el sector turístico.

El ministro del Interior, John Reimberg, dijo en su cuenta de X que la movilización fue “por la justicia, por la paz que como país merecemos”.

El primer semestre de este año ha sido el más violento desde 2011 con 4.619 asesinatos en todo el país, de acuerdo con cifras oficiales. Guayaquil y otras ciudades cercanas han sido el principal escenario de esos crímenes.

Ecuador atraviesa una espiral de violencia que se disparó a inicios de 2021 y que las autoridades atribuyen a la disputa de bandas criminales por el control de rutas y territorios para el narcotráfico que operan conjuntamente con cárteles de Colombia y México.

La marcha del gobierno se realizó un mes después de una demostración similar en la capital con la que Noboa rechazó los fallos de la Corte Constitucional que, según el mandatario, anularon herramientas legales clave para enfrentar al crimen organizado como la obligación de las telefónicas de entregar información de sus clientes.

En declaraciones a The Associated Press, Andrea Endara, coordinadora de la Carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Casa Grande, dijo que con esta marcha Noboa busca mantener su popularidad —que según sondeos se ubica en 52%— y “decir que está con la gente y está haciendo todo lo posible para sacar al país del problema” de la inseguridad.