Los bonos en dólares de Venezuela, en default desde 2017, se disparan en medio de la creciente presión de Estados Unidos sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La combinación de tensiones militares, sanciones y especulación sobre un eventual cambio político ha reavivado el interés de los inversionistas en estos activos de alto riesgo.
Los títulos con vencimiento en 2022 se cotizan en torno a 23 centavos por dólar, su nivel más alto desde que Washington impuso sanciones en 2019. “Con el aumento de la presencia militar estadounidense cerca de las aguas venezolanas, creo que los inversionistas están empezando a apostar por la pequeña posibilidad de que se produzca un cambio de régimen”, señaló Anthony Simond, director de inversiones en deuda de mercados emergentes de Aberdeen Group Plc.
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