
Garbo Trattoria Moderna & Cocktail Bar es mucho más que un restaurante italiano al uso: es un proyecto gastronómico y vital, forjado con paciencia, pasión y raíces profundas en dos tierras de sabores intensos y tradiciones culinarias sólidas: Cerdeña y Cantabria . Fundado en 2022 por el chef sardo Giorgio Peis y la madrileña con alma cántabra Berta Rueda , Garbo nace tras una década de vivencias personales y profesionales compartidas en Roma, con el firme propósito de ofrecer en Santander una experiencia que combine autenticidad, producto y emoción.
Ubicado en la calle Bonifaz 19 , en el emblemático y animado barrio de Puertochico , Garbo se ha convertido en un referente para quienes buscan cocina italiana de verdad, sin atajos ni clichés, sin prisas ni recetas edulcoradas para turistas. En Garbo no encontrarás pizzas ni carbonaras con nata , sino pasta fresca elaborada a diario , cocciones lentas, ingredientes frescos y locales, recetas familiares reinterpretadas con sensibilidad contemporánea, y sobre todo, un profundo respeto por la temporalidad y la identidad del producto .
La propuesta gastronómica de Garbo se articula en torno a una carta breve pero muy cuidada, que cambia con las estaciones y se adapta al mercado. La proximidad al Mercado de la Esperanza permite a Giorgio y Berta trabajar con los mejores pescados, verduras y carnes de la región , manteniendo intacta la filosofía italiana del aprovechamiento y la frescura. Aquí todo es natural: nada está congelado, todo se elabora al momento , sin precocción, y cada tipo de pasta tiene su propio tiempo de cocción, explicado con paciencia a los comensales.
El equipo de Garbo se esfuerza por hacer pedagogía del sabor , acercando al cliente a la riqueza de la cocina italiana más allá de lo habitual. Platos como la Sarda en saor , elaborada con sardina de costera cántabra marinada al estilo veneciano, o la mezze maniche con rabo de vaca tudanca y cacao amargo , son ejemplos perfectos de esa fusión italo-cántabra que define al restaurante. Otros destacados son el cappelletto relleno de bacalao , el malloreddus con ragú de oveja aromatizada al hinojo , el agnolotti de ortiga y trufa , o la caponata siciliana reinterpretada como Gaponata , con salsa de yogur a la menta y babaganoush.
Entre las propuestas más queridas por el público está la carbonara auténtica , preparada con guanciale, huevo, pecorino romano, parmigiano reggiano y pimienta negra . Nada más, nada menos. Cada plato que sale de la cocina tiene una historia, y Berta se encarga de compartirla, aportando calidez y cercanía a la experiencia. La idea no es solo alimentar, sino transmitir una cultura culinaria, una forma de vivir la mesa .
La carta de postres no se queda atrás: desde el clásico tiramisú de la mamma hasta el impresionante Sorrentino , un bizcocho emborrachado en limoncello casero, con crema de ricotta, pistacho y orégano fresco. Pero la estrella indiscutible es la Seada , una receta pastoril sarda convertida en arte con ingredientes cántabros: queso nata de La Pasiega de Peña Pelada , ralladura de limón, masa fina de sémola y un toque final de miel de flores con tomillo .
Garbo es también una coctelería de autor , y su oferta líquida es tan cuidada como su cocina. Elaboran vermut casero con dos maceraciones anuales (cítrica en verano, especiada en invierno), confituras artesanales llamadas Garbatella , mostazas, guanciale ibérico, encurtidos y más. Además, todos estos productos se pueden comprar en el propio local, que funciona también como colmado contemporáneo .
El espacio en sí mismo es parte del encanto. Garbo parece el salón de una casa con alma : sillas de madera, mesas de mármol, estanterías llenas de libros y frascos, una radio antigua, botellas de vermut y vino, un mural evocador con aires neorrealistas y un ambiente que invita a quedarse. Todo respira historia, cercanía, y una estética que huye del artificio y apuesta por lo genuino .
El menú degustación, de seis pases abundantes por 45€ (sin bebidas), permite disfrutar de lo mejor de la casa y explorar su universo culinario de manera pausada y envolvente. No es lugar para ir con prisa, y tampoco lo pretende: aquí se cocina y se come con tiempo, con calma y con sentido .
En definitiva, Garbo Trattoria Moderna & Cocktail Bar no es simplemente un restaurante: es un manifiesto en favor de la buena cocina, de la cultura del producto, del sabor hecho a mano y del amor por las raíces. Giorgio y Berta han construido un hogar culinario en Santander, un rincón donde Cerdeña y Cantabria dialogan sin artificios, desde la emoción, la autenticidad y la memoria . Un lugar donde cada plato cuenta una historia y donde sentarse a la mesa es siempre un acto de celebración.