
El Gobierno y sus terminales mediáticas han tratado de contrarrestar la declaración como imputada de Begoña Gómez ante el juez Peinado con los audios de la declaración de una inspectora de Hacienda ante la jueza que instruye el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso , poniendo el énfasis en que Alberto González Amador , según la inspectora, «sólo intento regularizar su situación cuando fue pillado por la Agencia Tributaria». Lo sorprendente es que la izquierda haya contraatacado con el contenido de una declaración judicial de la que OKDIARIO informó hace casi dos meses, pues fue el 17 de julio pasado cuando este periódico publicó los vídeos de las declaraciones de los testigos.
Lo de las «facturas falsas» que la izquierda vende ahora como novedad es más viejo que la Tana, pero se conoce que anda escasa de munición y ha decidido vender como novedad lo que OKDIARIO publicó a mediados de julio. En la información que ofreció este periódico, además de dar cuenta de lo de las «facturas falsas» -este periódico no esconde nada, no como otros- también destacamos que Inmaculada Iglesias, la titular del juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, impidió a la inspectora que acudió a declarar como testigo responder en sede judicial si sabía que González Amador era el novio de Ayuso durante la inspección fiscal.
La pregunta, planteada por el abogado de Amador, fue cortada en seco por la jueza: «No, letrado, me parece que esa pregunta personal no procede», mientras el abogado trataba de repreguntar alegando que lo iba a hacer de forma institucional para saber si esa circunstancia «era conocida por la Agencia Tributaria». De eso, por supuesto, la izquierda y sus terminales mediáticas no han dicho ni palabra. Se han quedado con lo de las «facturas falsas», un notición de hace dos meses que ahora venden por tierra mar y aire coincidiendo con el debate sobre el estado de la región. Periodismo de inmediatez, sí señor.