Los alimentos y la electricidad han permitido interrumpir en agosto la tendencia de subida de la inflación de los dos últimos últimes meses. La subida del IPC se ha mantenido en el 2,7%, gracias a estos dos elementos que han compensado el impacto de un aumento de los carburantes.

Por lo que respecta a la alimentación, la inflación se situó en el 2,4%, lo que supone cuatro décimas por debajo de la tasa marcada en julio. En este freno de la tendencia alcista, la fruta ha jugado un papel determinante. Esta moderación del IVA de los alimentos es una buena noticia porque supone marcar una pausa en una trayectoria ascendente que empezaba a preocupar.

El precio de los alimentos, que se daba por normalizado al principio de este año, sufrió desde entonces un aumento progresivo que le llevó en jul

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