Por Félix Estrada*
Desde la crisis de deuda de 1982, México entró en una ruta de bajo crecimiento que no se ha corregido. Al contrario: se profundizó. En cuatro décadas, el PIB avanzó apenas 2% anual y la población 1.9%. Resultado: el ingreso por persona casi no se movió. Dos generaciones enteras han vivido sin mejora real en sus condiciones de vida. Mientras tanto, Corea del Sur, China y varios países del Sudeste Asiático multiplicaron su renta y modernizaron su aparato productivo. Aquí se repite el cuento de que en la etapa neoliberal “sí había crecimiento, pero no bajaba hacia los de abajo”. La verdad es que el país no crecía: la riqueza se concentraba. Hoy se dice que el PIB avanza poco, pero con equidad. Sí, el Gini mejoró. Pero no porque haya más riqueza, sino porque se reparte mej